Desde que nace, el niño/a va construyendo y modificando su ser a partir de sus relaciones con el medio (padres, familiares, educadores, cuidadores, compañeros etc.).

Durante el desarrollo, y siempre teniendo en cuenta que cada niño/a tiene su propio ritmo evolutivo, va adquiriendo progresivamente una serie de capacidades y habilidades, tanto intelectuales como emocionales que le permiten adaptarse a este medio.

En muchas ocasiones padres, profesores y educadores en general se sienten preocupados por comportamientos y/o actitudes de los hijos / as que puedan suponer una dificultad en su desarrollo.

Dificultades de aprendizaje, fracaso escolar, trastornos psicosomáticos, del sueño, del comportamiento o cualquier otro tipo de trastorno que en definitiva suponga un malestar y sufrimiento en la vida del niño/a y de la familia.